CERRANDO EL CÍRCULO
Las estupendas clases con Alvaro en el club de tenis pronto dieron sus frutos y, en dos o tres sesiones, estaba enganchada hasta los ojos. A pesar de ello cada vez me resultaba más complicado desplazarme hasta el tenis a dar las clases.
Un día se lo comenté a Julia "la independiente" y me dijo con una lógica aplastante que, con las pistas que había en Aljaraque y en Bellavista, ¿por qué no me quedaba por mi zona y me evitaba desplazamientos?. Yo no tenía ni idea de que existieran pistas de padel en Requena y sólo conocía "de vista" las del campo de fútbol de Aljaraque, así que cogí el caminito al "poli" y me apunté a las clases de padel del patronato.
Así fue cómo llegué a las manos de Antonio de la Corte y a las pistas de cristal de la piscina. Compartí clases con Lupe, Eli, Victoria Mora (alumna favorita por aventajada), Begoña Marchena, Tina Cortés, Mar Losada, Cristina Sundberg,... etc, etc, etc.... ¡yo no podía imaginar que hubiera tanta gente jugando al padel por aquella zona!.
Recuerdo también los clinics de Maxi y Gastón, la visita de Bertín Osborne, Belasteguin e incluso la visita en vuelo rasante a la hora del almuerzo de Rafa Nadal y Moyá el día de la inauguración de las pistas de tenis de Corrales.
En las clases con Antonio aprendí, aparte de padel, a disfrutar de cada entrenamiento y, lo más importante, del post entrenamiento: las torrijas de mi Pepe, la leche frita de Tina, los helados de Mercadona..... había que recuperar las calorías perdidas.